Distendido, sonriente, con ganas de hablar. Así estaba el presidente de Bolívar, Guido Loayza a la finalización del encuentro entre Bolívar y Juan Aurich, el martes en la noche, y que finalizó con la victoria de los académicos.
“No podíamos perder. Mira que Bolívar marcha noveno en la clasificación de todos los tiempos en la Copa Libertadores de todos los tiempos. Yo llevo las estadísticas del club año tras año y si habríamos terminado con un punto en este certamen habríamos pasado a la historia como los peores; eso no podría sucedernos”, expresó Loayza.
Hace números de inmediato y recuerda que son 43 años de Copa y que muy jovencito fue a ver al equipo de sus amores en el viejo estadio Siles frente al afamado Racing, el equipo de José, a River Plate, Independiente Medellín y Santa Fe de Colombia. Cuenta que la historia de Bolívar está asociado a este torneo, que es el representante por excelencia del fútbol boliviano.
“Yo les hablo a los jugadores, les digo lo que es Bolívar, les recuerdo nuestras jornadas de gloria. Cómo no me gustaría que los más jóvenes conociesen lo que es Bolívar en la Copa Libertadores y, como Usted dice, tenemos una mochila demasiado pesada porque Bolívar siempre se ha puesto por dentro la casaca de Bolivia, nosotros tenemos que hacer quedar bien a nuestro fútbol. Estamos obligados a sacar buenos resultados. Así son las cosas, no hay excusas”, argumenta, mientras se advierte un dejo de melancolía en sus expresiones.
Seguidor del fútbol, hincha de Estudiantes de la Plata cuando estuvo estudiando ingeniería en Argentina, pasó a ser uno de los amigos más cercanos de Mario Mercado en la década del 80. “Ese se conoce de memoria todas las alineaciones de Bolívar de cualquier año. Hagan la prueba pregúntenle”, desafiaba Mercado cada vez que se refería a Loayza.
“No es fácil ser Presidente de Bolívar. Mire que estuvimos 28 partidos sin ganar en la Copa Libertadores y Bolivia no puede llevar ese historial. Hoy se ha roto eso y es Bolívar el que tiene que sacar cara por nuestro fútbol. Ese es nuestro orgullo, por eso era tan importante este partido para nosotros. A veces no salen las cosas bien, pero cada esfuerzo nuestro va en pos de mejores días para Bolívar y el fútbol boliviano”, asevera.
Admite que a veces la intemperancia lleva a algún jugador o técnico a ir más allá del libreto o no entender la bronca del aficionado. “Yo le agradezco al bolivarista que nos alienta en las buena y malas, al hincha que viene a sufrir a las graderías. Cómo no quisiéramos que cada jornada sea una fiesta para
No hay comentarios:
Publicar un comentario