Un ex compañero de Róger Suárez en la Academia Tahuichi Aguilera recordó ayer que éste festejaba sus goles de una manera inusual, aleteando “como un Sucha” (gallinazo). “Esas veces transmitía goles, ahora volvió a la vida”, dijo el amigo, porque desde ayer Suárez se comunica a través de señas con las manos.
El sábado 20 de marzo, un camión arenero embistió y arrastró por más de 30 metros el vehículo de Wílder Zabala, en el que también viajaba Suárez, quien fue el más damnificado ya que sufrió la fractura de 12 costillas y una contusión pulmonar que originó a su vez una diuresis renal y anemia.
Su madre, Vilma Sandóval, asegura que cada día gasta 1.500 dólares para salvar la vida del ariete, quien está internado en la clínica Niño Jesús, donde se rehabilita satisfactoriamente y se espera que en seis meses retorne a las canchas, según confirmó el médico Édgar Sempértegui.
Recuperación. El médico que atiende a Suárez, en diálogo con Marcas, explicó el cuadro médico y confirmó que el jugador presentó una contusión pulmonar, con múltiples fracturas costales, tanto en el lado derecho como en el izquierdo (haciendo un total de 12 costillas rotas). Esto originó la aparición de un neumotórax y hemotórax, es decir la presencia de aire y sangre en el pulmón, que fueron drenados con tubos, además conectaron al jugador a una máquina para darle respiración mecánica durante 4 días.
En el transcurso de la recuperación surgió una diuresis renal y anemia a consecuencia de la hemorragia. Pero estas dos afecciones fueron controladas con transfusiones de sangre. Por este motivo, luego de una evaluación médica, se determinó retirar ayer el respirador.
Aunque permanece en terapia intensiva, el atacante no está sedado y no depende de la máquina para la respiración mecánica. Incluso, pudo reconocer a sus familiares y tuvo contacto con éstos.
El médico Sempértegui descartó enfáticamente que haya surgido una insuficiencia renal. Explicó que hubo una disminución en la capacidad de deposición de la orina que fue controlada oportunamente.
Sempértegui agregó que la única secuela que puede dejar este accidente es una insuficiencia respiratoria, pero se la puede superar con un tratamiento específico y con el paso del tiempo.
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