Los árbitros que dirigen encuentros en la Liga exigen de la Policía nacional un permanente y amplio resguardo policial para la protección de los jueces que dirigen cada uno de los compromisos del torneo “Fundadores de la Liga”.
Marcelo Ortubé, presidente del Comité de Árbitros de la Liga, expresó su preocupación por los niveles de violencia e intentos de agresión física que sufren los jueces en diferentes escenarios del país, por parte de jugadores, pero también de los hinchas desde las tribunas, debido a los cobros arbitrales en una determinada jugada.
El último capítulo de violencia se dio en el estadio Tahuichi Aguilera, de Santa Cruz de la Sierra, el último domingo, en oportunidad del partido entre Oriente Petrolero y Real Potosí, que acabó empatado a dos goles, cuando parecía que el local se llevaba la victoria.
Era el minuto tres de la adición, cuando el juez del compromiso, el chuquisaqueño José Jordán, determinó el cobro de un tiro libre de esquina a favor de Real Potosí, que desembocó en el gol del empate para la visita.
Esto provocó una avalancha de jugadores y el cuerpo técnico sobre la humanidad de Jordán, a quien tuvieron que rodearle alrededor de 50 policías para proteger su integridad física.
Mientras esto ocurría, cientos de hinchas se abalanzaron a la malla olímpica y poco faltó para forzarla, pero finalmente el incidente no pasó a mayores.
Jordán se retiró a los camarines y desde allá al hotel donde se hospedó junto a sus ocasionales acompañantes en las bandas del campo de juego. Ya está en Sucre, su ciudad natal.
“Lamentablemente cuando los ánimos se enardecen por parte de los jugadores y los hinchas, ocurren cosas como éstas, es por eso que la Policía nacional debe continuar brindando una adecuada seguridad a nuestros jueces”, sostuvo el titular del comité de árbitros.
Los réferis, continuó “cumplimos con nuestras funciones en condiciones hostiles muchas veces porque los equipos se juegan puntos vitales y los jugadores no cooperan a nuestra tarea”.
Dijo que aunque el domingo contra Jordán no se lamentó una agresión física, “más vale prevenir ahora que lamentar después”.
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