Presidentes de los 12 clubes de la Liga, reunidos ayer en Cochabamba, concluyeron que es inviable poner un tope al salario de los futbolistas; en cambio, abrieron la posibilidad de limitar el número de jugadores contratados a partir de la temporada 2014-2015 para disminuir los gastos.
La Liga reunió ayer de
emergencia a los máximos dirigentes de los clubes. Según el presidente
liguero, Mauricio Méndez, los compromisos que han asumido la mayoría de
los clubes han abierto “grandes huecos” en sus finanzas por la
inflación, que impide cumplir con el pago de los salarios debido a que
éstos son demasiado altos, y por eso se producen conflictos como el que
actualmente enfrenta a dirigentes y jugadores de Oriente Petrolero.
El
plantel albiverde decidió no presentarse a jugar el anterior partido
del torneo Apertura reclamando el pago de una deuda salarial por los
últimos tres meses. En respuesta, la dirigencia demandó a los
futbolistas acusándolos de abandono de trabajo.
“Poner
tope salarial es inviable, pues si se aplica esa medida el riesgo es
que haya clubes que decidan hacer pagos ‘por debajo’. Lo que sí puede
haber es una regulación sobre la cantidad de jugadores contratados. Hoy
hay clubes que tienen 30 o más y muchos de ellos ni siquiera llegan a
actuar”, sostuvo Méndez.
Según los cálculos de
los presidentes, con esa medida se podría reducir la contratación de
unos 90 futbolistas, aunque a fin de evitar que éstos se queden sin
fuentes de trabajo, la dirigencia considera la posibilidad de crear la
categoría B del fútbol profesional boliviano —un proyecto presentado
hace bastante tiempo— que permita conformar una primera división con
diez clubes y ya no 12, y que en la inmediata inferior sean ocho.
Menos foráneos
¿Cuatro?
Otra idea es reducir el número de jugadores extranjeros contratados por temporada, de seis en la actualidad, a cuatro.
Rechazo
Los clubes condenaron la agresión del secretario general de Fabol, David Paniagua, al dirigente de Oriente, Richard Castedo.
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