El arquero de Bolívar, Romel
Quiñónez, se convirtió en el primer futbolista que juega en esa
posición, en recibir el Premio Mayor, galardón que reconoce al mejor del
balompié boliviano y que desde 1991 entrega el Diario Mayor EL DEBER.
El arquero de Bolívar y de la selección nacional recibió anoche en una gala especial el Premio Mayor 2013-2014 de manos de sus padres, Erlan y Adela. “Es para mi familia y mis compañeros en Bolívar”, dijo Quiñónez emocionado.
Noche especial para Romel Quiñónez, el arquero de Bolívar elegido por los periodistas deportivos del país como el ganador del Premio Mayor 2013-2014. En una gala enmarcada en la Copa del Mundo de Brasil 2014, el meta recibió el galardón que lo acredita como el mejor futbolista del país de manos de sus padres Erlan y Adela que se emocionaron casi hasta las lágrimas al ver la consagración de su penúltimo hijo.
El pitazo inicial de Reyes Seleme (maestro de ceremonias) y el ingreso de una ruidosa batucada dieron por comenzado el acto que siguió con la capoeira de dos bailarines y el toque mágico con hermosas modelos que representaron a selecciones del planeta. Tras aplausos, se dio la bienvenida al galardonado, que ingresó en medio de la ovación hasta dirigirse a la mesa central junto a su familia.
Videos espectaculares
Su noche comenzó ahí; el meta estaba emocionado, disfrutó de los espectaculares videos de Alfonso Arévalo y Fernando Nürnberg que mostraron su trayectoria y escuchó atentamente las palabras de Pedro Rivero Jordán durante su discurso. “Tiene un aspecto especial, viene de la cuna de la cruceñidad”, un canto de esperanza para el fútbol boliviano”, dijo Rivero. A cada elogio, Romel recibía muestras de cariño de sus familiares.
El gobernador Rubén Costas y el alcalde de San José de Chiquitos, Germaín Caballero, estuvieron entre los presentes. Luego de conocer los detalles de la votación, Seleme invitó a Quiñónez al frente. Mauricio Cambará, el editor de deportes de EL DEBER, le entregó primero un premio económico y acto seguido sus padres Erlan y Adela lo secundaron. Pedro Rivero también estaba junto a ellos cuando Romel recibió de sus padres el Premio Mayor.
La emoción de la entrega
Aplausos, papel picado y mucha emoción en ese momento; a Romel y a sus padres se les aguaron los ojos. En su cabeza ya tenía un sombrero de la academia Tahuichi en señal de agradecimiento a su cuna del fútbol y también agradeció a Julia Gutiérrez de Gas Trans Boliviano, que también ayudó en el proyecto social cuando él se vino de su natal San José. Quiñónez ya tenía en sus manos el premio y lo disfrutó.
“No tengo palabras, estoy emocionado, dedico este premio a mi familia, a la Tahuichi y al plantel de Bolívar; el esfuerzo de mis compañeros hizo posible que me vaya bien esta temporada”, dijo el arquero con el premio en sus manos. Su video corrió luego en la que vio su vida como futbolista y reflejó su gran año en la Liga y en la Copa Libertadores donde ya son semifinalistas. “Una gala linda, la disfruté”, añadió.
Una gala emocionante
Se dio cuando la orquesta de cuerdas San José Patriarca tocó canciones regionales que provocaron efusivos aplausos en la sala. El hijo de Romel, Matías Quiñónez (2 años), fue uno de los que más disfrutó sin desprenderse del cuello de su abuelo Erlan, con el que vive en San José.
“Una gala emocionante”, resumió Roberto Daza, uno de los invitados especiales de Toto Arévalo que radica en Estados Unidos y que por primera vez asistió al Premio Mayor. Rodeado de micrófonos y con el galardón en sus manos, Quiñónez volvió a agradecer a sus compañeros en Bolívar por el respaldo en el año.
De la gala tuvo que retornar a la concentración de la selección nacional, ya que hoy viajará hacia Madrid para luego seguir a Sevilla, donde el viernes se enfrentarán a España, previo a la Copa del Mundo. “Todo esto es increíble”, resumió ante los medios. Quiñónez estaba feliz, atendió amablemente todos los pedidos de fotografía. Fue una noche que disfrutó al máximo
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