Bolívar logró el vigésimo sexto título de su historia, desde que en 1950 se instauró el fútbol profesional en Bolivia. Xabier Azkargorta se
consolida como uno de los técnicos destacados de la historia liguera al
lograr su segundo título nacional de club en Bolivia.
Los celestes fueron el equipo más consistente del campeonato y, a
diferencia del torneo anterior, lograron una ventaja tal que les
permitió vivir de rentas en buena parte del torneo, al punto que
pudieron consagrarse campeones faltando una fecha para la conclusión del
campeonato. Una vez más el clásico paceño tuvo importancia. Bolívar quería el título en ese partido (el antepenúltimo) pero los tigres le aguaron la fiesta por unos días al derrotar a los celestes por 1 a 0. Su triunfo por 1 a 0 ante San José les dio el trofeo una jornada antes del final del campeonato. Jugadores de la talla de Callejón, Sánchez Capdevila, Tenorio, Eguino o Cabrera y figuras de la experiencia de Flores,
marcaron la diferencia. De este modo la academia logra el quinto
bicampeonato nacional. Además de ser el más ganador de la historia del
fútbol profesional, es el equipo que más veces ha sido bicampeón:
1982-1983/1987-1988/1991-1992/1996-1997 y 2014A-2015C. Los campeones
perdieron cuatro partidos, tres de ellos en tierras cruceñas, en la
capital oriental frente a Oriente y Blooming y en Warnes frente a Sport Boys, equipo casi benjamín al que nunca le han podido arrancar un punto en su feudo.
The Strongest logró el subcampeonato en una batalla muy cerrada con Wilstermann y Oriente Petrolero. Con un comienzo más bien tímido, en buena medida por el esfuerzo de la disputa de la Copa Libertadores, el equipo de Escobar con la compañía de Chumacero, Cristaldo, Castro y Vaca, fue afianzándose y trepando con gran ímpetu en la segunda parte del torneo, a pesar de la sustitución del técnico Craviotto por un Paz García interino que no desmereció al equipo. Vale la pena subrayar que fue el equipo más efectivo con 48 goles a favor con Escobar y Chumacero como sus máximos artilleros.
Pablo Escobar merece
párrafo aparte. El veterano jugador atigrado fue incuestionablemente el
mejor jugador del campeonato, como lo había sido en esta versión de la Libertadores
para su equipo. El talento futbolístico, sumado a su natural liderazgo
lo han convertido en una pieza clave del elenco aurinegro.
Wilstermann que parecía destinado a la media tabla, se fue consolidando progresivamente con jugadores como Zenteno, Torres y Huayhuata, al punto que acabó superando a Oriente y se colocó en el tercer lugar. El equipo aviador lució la valla menos vencida con solo quince contrastes.
Blooming, al que los clásicos con su eterno rival parecen insuflarse ánimos, llegó de abajo hacía arriba y logró superar a Oriente
y quedar en una interesante posición que le permite estar en franja de
torneos internacionales. Los celestes de Santa Cruz no partieron con
grandes aspiraciones, pero lograron –dado su contexto económico- un
lugar aceptable en las posiciones. Suárez, Torrico y Bargas, a la postre goleador bloominista, le permitieron un cierre aceptable.
Oriente sigue trabado en una historia de
frustraciones que son también las del fútbol cruceño, que no obtiene
lauros desde el 2010. Parecía el equipo destinado (como en el torneo
anterior) a disputarle el liderazgo a Bolívar,
pero su extrema irregularidad lo llevó a desinflarse en la recta final
del campeonato. No acierta con el técnico y el equipo es, a pesar de
figuras como Argüello, Raldes, Bejarano, Mojica, Azogue, Duk y Saucedo,
no se consolida en algo fundamental certeza de regularidad. Su quinto
puesto está lejos de lo que puede desear y conseguir un grande del
fútbol nacional.
Real Potosí logró meterse entre los seis equipos con premio internacional, al conseguir una plaza, la cuarta de la Sudamericana,
manteniendo un estándar de presencias internacionales que marca un
promedio muy razonable de participaciones, aunque lejos de su época de
oro (2006-2009).
Lo de San José fue una combinación de
crisis dirigencial y crisis deportiva. Problemas en la presidencia,
falta de respaldo económico al equipo, un insólito intento de los
hinchas de romper la institucionalidad y pretender una elección de
presidente por voto universal pasando por alto los estatutos del club,
fueron rasgos salientes de una espiral que se precipitó con la
sustitución del técnico Cárdenas por Clausen y la de este por Ortega. La
eliminación en la Libertadores hizo caer a San José, que no pudo lograr su aspiración de estar en los cupos internacionales, logrando apenas el séptimo lugar de la tabla.
Para Petrolero de Yacuiba las cosas fueron
en el marco de lo esperable, una participación discreta con un octavo
lugar que lo aleja relativamente del promedio del descenso (por encima
de Nacional Sport Boys y Universitario de Pando), pero sin mayores expectativas.
Nacional Potosí debatiéndose en el fondo de
la tabla en el lote de equipos cuyo objetivo es evitar el descenso.
Logró 23 puntos, lo que lo coloca antepenúltimo en la tabla del
descenso. Un último partido con su arquero Barahona jugando de delantero centro, da una pauta del nivel organizativo y económico del plantel.
Lo de Universitario de Sucre fue la prueba
de cuán complicado es para equipos de mediano tamaño encarar
simultáneamente dos compromisos, uno internacional y uno nacional. Con
criterio, Baldivieso apostó por la Libertadores
en la que los rojos de la capital hicieron un destacado papel
clasificándose para octavos de final, con una notable campaña como
visitantes, infrecuente en nuestro equipos. Jugadores como de De la Cuesta, Castro o Palavicini, goleador del torneo, tuvieron jerarquía, pero, por el contrario, el club desatendió la Liga
y no sólo perdió toda chance de un cupo internacional sino que terminó
antepenúltimo, con una paradoja, resultado catastrófico al perder 6 a 0
con San José y una paliza histórica en el último partido que le propinó a Universitario de Pando por 9 goles a 1.
Sport Boys con sólo 18 puntos, parece tener un solo placer en su campaña, tener de “hijo” a Bolívar,
el campeón, al que no le ha cedido ni un solo punto como local. Los de
Warnes tendrán que disputar el indirecto con el segundo equipo del
Nacional B, el cuadro de Bermejo, para saber si Santa Cruz mantiene tres
equipos en la Liga o no, y si Tarija puede, algo extraordinario para un
Departamento pequeño, poner tres equipo en la Liga o no. Como era
previsible,
Universitario de Pando no pudo soportar la
exigencia competitiva del fútbol liguero y terminó acumulando una
cantidad tal de derrotas (trece) que lo colocaron en el último lugar y
condenado al descenso directo. De ese modo, por lo menos por ahora,
Pando ha hecho un fugaz paso por el fútbol liguero, marcando así la
imposibilidad de que el máximo torneo del fútbol nacional cuente con
equipos de los nueve departamentos en su seno.
Bolívar, el equipo campeón, contó con Luis
Alí, Lorgio Álvarez, Juan Carlos Arce, Jaime Arrascaita, Nelson
Cabrera, Juan Miguel Callejón, Jhasmany Campos, Rudy Cardozo, José Luis
Chávez, Víctor Córdoba, Ronald Eguino, Walter Flores, Luis Gutiérrez,
Leandro Maygua, Damir Miranda, Romel Quiñonez, , Widen Rojas, Edemir
Rodríguez, Francisco Rodríguez, Erwin Saavedra, Hugo Sagardia, José Luis
Sánchez Capdevila, Miguel Suárez, Carlos Tenorio, Guillermo Vizcarra y
Gerardo Yecerotte. DT Xabier Azkargorta. Ayudante de campo Vladimir
Soria. Preparador de arqueros Marco Barrero. Médico Guillermo Aponte.
Presidente de BAISA Marcelo Claure, Presidente Guido Loayza.
La valla menos vencida fue la de Wilstermann con una marca extraordinaria de sólo 15 goles en contra, en arco defendido por Matías Dituro (argentino). Con 22 goles en contra estuvieron Bolívar bajo la responsabilidad de Rommel Quiñonez y Blooming con su arquero Hugo Suárez, ambos porteros de selección.
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