La línea del presidente Evo Morales es clara: apoya los
cambios pero con otros dirigentes, no con los actuales, a la vez que
descarta una intervención del Gobierno al fútbol boliviano. El Primer
Mandatario dijo ayer, durante una conferencia de prensa, que es
partidario de que se produzca “una nueva estructura para un nuevo fútbol
en Bolivia”, pero con la condición de que entre a la FBF “una nueva
dirección, una sola dirección”.
Al asegurar que
eso es “lo más práctico”, dio a entender que deberían desaparecer tanto
la Liga del Fútbol Profesional como la Asociación Nacional de Fútbol
(ANF), y trabajar a partir de ahí con una sola cabeza, la Federación
Boliviana de Fútbol (FBF), pero encabezada por otros actores, en alusión
a que el actual Comité Ejecutivo, al mando de Carlos Chávez, no debería
continuar.
El Primer Mandatario habló sobre el
tema después de una nueva derrota sufrida por la selección nacional, el
martes frente a Chile en Santiago (3-1), por las eliminatorias para el
Mundial Brasil 2014, que se han convertido en un nuevo fracaso del
fútbol boliviano al no poder conseguir la clasificación al máximo
certamen del fútbol internacional.
El martes, un
movimiento encabezado por Futbolistas Agremiados de Bolivia (Fabol), con
el apoyo de los exfutbolistas campeones sudamericanos de 1963 y los
integrantes de la selección mundialista de 1994, además de mutuales de
jugadores y asociación de entrenadores, pidió al Gobierno una ley del
fútbol y que junto con la FBF encabecen una cruzada para sacar a este
deporte de los últimos lugares en el contexto internacional.
Morales
admitió como una opción cierta la de encarar “de manera conjunta (con
la FBF)” un proyecto, “pero con una nueva dirigencia que tenga una
mentalidad de aportar al fútbol y a otras disciplinas” deportivas.
Por
eso insistió en que “hay que trabajar en una nueva estructura del
fútbol boliviano para que el fútbol nos represente dignamente de acá a
poco tiempo”. Descartó que el Estado intervenga al fútbol, porque
recordó que “lamentablemente es de propiedad privada, tiene su propia
autonomía”.
“Qué bueno sería que de manera
conjunta Estado y dirigentes podamos planificar la nueva estructura del
fútbol, una sola dirección del fútbol”. Desde su punto de vista, “pensar
(en) estatizar el fútbol va a ser un escándalo nacional e
internacional. Pensar en intervenir, igual se hace un escándalo”.
El
martes, el presidente de la FBF, Carlos Chávez, sostuvo que “no es
cuestión de actores, sino de obrar de manera propositiva sin ver que él
es don Evo Morales y yo soy Carlos Chávez. No hay que sesgar amores y
desamores, ni condicionar; es cuestión de ser boliviano, sin miramiento
alguno, sin condicionamientos. Espero que (el Presidente) se dé cuenta
de que esto es al margen de las personas”. Ese mismo día, Evo había
dicho lo bueno que sería tener “una nueva dirigencia del fútbol” para
hacer “un nuevo fútbol en Bolivia”.
Si Evo fuera dirigente de fútbol
¿Después?
El
presidente Evo Morales mostró una vez más su apasionamiento por el
fútbol. Dijo que en algún momento llegó a pensar en hacerse dirigente de
fútbol de algún club, “cuando deje de ser Presidente” del Estado, para
de esa forma ayudar desde adentro en la reestructuración.
Una escuela
El
Gobierno persigue la idea de “construir una gran escuela deportiva para
educar a los deportistas en todas las disciplinas, donde haya
dormitorios, comedor, que el Estado financie”. La finalidad es poner
cuatro de estos centros en todo el país.
Quedó en nada
Hace
un tiempo, el hoy entrenador de la selección nacional, el español
Xabier Azkargorta, presentó a pedido del presidente Morales un proyecto
para fundar una escuela de fútbol. Según el técnico, después de eso no
volvieron a llamarlo.
Acusa a la dirigencia de hacer negocio con pases
Evo
Morales considera que los actuales dirigentes le hacen daño al fútbol
boliviano y por eso es de la idea de que vengan otros para empezar el
cambio. Los acusó por “hacer negocio con los futbolistas, con pases y
préstamos” e insistió en que el dirigente debe servir al deporte en vez
de servirse de él, y por eso “hay que pensar en un cambio profundo”.
Defendió
a los futbolistas de la selección nacional, porque “hacen mucho
esfuerzo para representar al país, pero sin estructura y sin
dirigentes”. Hizo notar que “algunos países sólo ganando de local ya
están clasificados”, en cambio Bolivia no lo ha logrado ni teniendo a su
favor “mucha altura”.
La selección boliviana
ocupa el octavo y penúltimo lugar de las eliminatorias, con 10 unidades,
cuando le faltan tres partidos por jugar (Paraguay, Ecuador y Perú), el
segundo en casa, por tanto ya no puede alcanzar ninguno de los cuatro
cupos directos a Brasil 2014. Si bien tiene posibilidades “matemáticas”
de llegar al quinto puesto y disputar la serie de repechaje, otros tres
seleccionados están mejor posicionados y van tras ese mismo objetivo.
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