lunes, 4 de agosto de 2014

El fútbol boliviano, en riesgo de morosidad

No sólo los países o Estados contraen inmensas deudas a las que no pueden hacer frente. Lo hacen también los clubes del fútbol profesional boliviano, y casi sin excepción, de todas las Ligas del mundo.

Los economistas más ortodoxos y los menos, aconsejan no adquirir préstamos que no se podrán pagar y mucho menos gastar lo que no se tiene.

Es decir: se puede asumir riesgos financieros pero en base a un patrimonio e ingresos reales, tangibles, lo contrario es hacerse un harakiri económico y aproximarse a la quiebra.

EL CIELO Y LA TIERRA

Desde hace por lo menos tres años, la mayoría de los clubes bolivianos andan en la cuerda floja por planificar sus temporadas con ofrecimientos a sus jugadores de grandes primas y altos sueldos, que están fuera de su realidad económica.

El objetivo de los dirigentes es loable: por el cariño que profesan a su institución, quieren armar un poderoso plantel, con aspiraciones al título de la temporada, ése es el objetivo por el que juegan todos, se entiende.

SUELDOS RETRASADOS

Aunque los clubes comienzan un campeonato con grandes aspiraciones, al cabo del tercer mes, como máximo, comienzan a aparecer las primeras señales de preocupación: los sueldos de los futbolistas se retrasan.

Son pocas las instituciones del fútbol profesional boliviano que cuentan con un presupuesto sostenible, basado en ingresos por diferentes conceptos, entre ellos el patrocinio de empresas y derechos de televisación.

A estos se suma el aporte de la masa societaria y la venta de entradas en los partidos. Y pare de contar el dinero.

DESEQUILIBRIO

Pero si los egresos no tienen respaldo, el pago de primas (que sì existen, aunque en lo formal desaparecieron) para la firma de los contratos y sueldos a una numerosa plantilla de jugadores profesionales, minan pronto la economía de las instituciones.

Y si a esto se suma una mala campaña deportiva, responsable de una escasa asistencia de espectadores a los estadios, el escenario está dispuesto para socavar la economía de los clubes profesionales bolivianos.

MEDIO MILLÓN

Futbolistas Agremiados de Bolivia (Fabol) confirmó al # 1, que la deuda acumulada por los 12 clubes de la Liga, en la temporada 2013-2014 supera los 500 mil dólares. Esta cantidad podría provocar una sonrisa sarcástica en dirigentes de  clubes como Barcelona o Real Madrid, de España, Manchester City y United de Inglaterra, Bayern de Munich y Borussia de Alemania.

Pero a los dirigentes bolivianos no les causa ninguna gracia.

ALARMA

La situación no es nueva, pero la cifra aumenta año que pasa. La explicación es fácil: los clubes ofrecen cada vez más dinero para primas y sueldos, al final de los torneos, la deuda es una gran bola de nieve.

Y la recientemente concluída temporada 2013-2014, es un botón más de muestra. La consecuencia ya se sabe: otra vez se cierne sobre el fútbol profesional boliviano la sombra del paro de jugadores afiliados a Fabol.

El presidente de la entidad sindical afirma que los clubes deben pagar su deuda, condición sine quanum para comenzar la siguiente temporada de la Liga.

MAL RECUERDO DE 2012

El caso Arce paralizó el fútbol boliviano

Todo estaba previsto para que la temporada 2012-2013 del fútbol boliviano comience el sábado 21 de julio. Pero una prima impaga por 72 mil dólares de Oriente Petrolero a favor de Juan Carlos Arce, provocó un paro de Fabol. La imagen de un estadio Víctor Agustín Ugarte vacío con los jugadores de Real Potosí y Petrolero elongando para combatir el frío y sin jugar, fue el reflejo del conflicto entre jugadores y clubes ligueros. A días de la temporada 2014-2015, este sábado, hay señales de que esta escena podría repetirse.

“No debe interpretarse como una situación creada por Fabol, se trata de la defensa de los derechos legítimos de los jugadores a cobrar su sueldo, comprometido por los clubes”, afirma Milton Melgar.

UN TECHO SALARIAL Y DE PLANILLAS

Rechazan proyecto de Mauricio Méndez

Mauricio Méndez Roca, expresidente de la Liga del Fútbol Profesional Bolviano (LFPB), presentó a fines de 2013 un proyecto para fijar un tope salarial, de contrataciones y un máximo 25 jugadores por club, con el propósito de controlar lo que consideraba inflación en el fútbol nacional. Con el argumento de libre mercado y libre competencia, la mayoría de los dirigentes de clubes rechazaron la propuesta y provocaron la renuncia de Méndez a la presidencia liguera.

A ocho meses de su salida, los 500 mil dólares de deuda acumulados por los 12 clubes de la Liga en la temporada 2013-2014 parecen darle la razón, aunque esto en apariencia, no provocará un cambio sustancial de ideas en los dirigentes de los clubes profesionales, tomando en cuenta los grandes gastos que realizan.

Llama la atención que aún arrastrando deudas, los clubes se arriesgan y continúan pagando primas elevadas para reforzar sus planteles con miras a la temporada 2014-2015 y ni hablar de sueldos. La lección no está aprendida.

Bolívar, de La Paz, es la referencia para hablar de planillas ricas: en la pasada temporada era de 250 mil dólares mensuales.

Apenas peldaños abajo, Wilstermann, de Cochabamba, con 230 mil. Cifras siderales para el fútbol boliviano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario